Salvó a un pequeño de tres años de casi morir ahogado, la heroica acción del estudiante de enfermería

Sociales 03 de mayo de 2023 Por Diario Díez (LALY VELÁSQUEZ)
La madre del niño, se encontraba desesperada en una de las calles de Rivadavia, cuando de repente el héroe de la capa blanca apareció y salvó la vida del Pequeño Mateo.
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Jonatan Gerline - Gentileza: Diario Mendoza.

Mateo se ahogaba. Ya estaba casi inconsciente y su piel tenía un color morado. La vida estaba por terminarse demasiado pronto. Su madre no entendía que pasaba. Solo había atinado a sacarlo del cochecito y lo sacudía. Su hijo de tres años se estaba muriendo frente a ella y ella no sabía qué hacer. Estaban en la calle, cerca del polideportivo de Rivadavia, cerca del lago, con nadie cerca.

Jonatan Gerline, cuenta el desesperante episodio de Mateo el pequeño de 3 años que casi pierde la vida. 

─ Los vi de lejos, me acerqué rápido. Entonces la mujer me vio y me pidió ayuda. Ella estaba en shock, desesperada ─recuerda Jonatan. 

─ Me di cuenta que no podía respirar, que tenía obstruidas las vías respiratorias. Entonces entendí que debía hacerle la maniobra de Heimlich ─cuenta.

Jonatan hizo lo que había aprendido en sus dos años de enfermería: Tomó al niño desde atrás. Puso un puño ligeramente por arriba del ombligo, en la línea media del estómago. Colocó su otra mano sobre el puño e hizo presión sobre el abdomen, hacia adentro y hacia arriba. Una, dos, tres veces…

─ No sé cuántas veces, no sé cuánto tiempo pasó. Quizás fue un minuto, un minuto y medio, no sé. Lo que sí sé es que, en un momento, el nene expulsó algo por la boca, respiró profundo y se puso a llorar. Y me di cuenta que se había salvado ─recuerda.

Era algo de plástico. La cabecita de un muñequito. El fragmento de un juguete. Una trampa fatal.

─ Me quedé con ellos y le propuse a la mamá que fuéramos hasta el Hospital Saporiti para que revisaran al niño, pero me dijo que no. Le propuse también que fuéramos hasta el consultorio de una médica amiga y que yo le pagaba la consulta, pero la mamá tampoco quiso. No insistí más porque ella era la que debía decidir. Quizás necesitaba un tiempo para calmarse.

El niño ya estaba bien, pero yo entendía que era mejor que lo revisara un profesional para constatarlo y también revisar que no hubiera ninguna lesión interna. Como sea, era una decisión que debía tomar ella ─relata Jonatan Fernando Gerline, que tiene 31 años y hace dos que estudia la carrera de enfermería profesional en el Instituto de Educación Superior Valle de Uco 9-015  (IESVU) en la sede de Rivadavia.

Sé que el niño se llama Mateo, creo recordar que su mamá se llama Martina y viven en alguno de los barrios periféricos de Rivadavia, pero no sé nada más ni los he vuelvo a ver ─ y agrega que le gustaría reencontrarse con el niño, para verlo, ahora sin angustias de por medio.

El episodio ocurrió el miércoles 26. Jonatan apenas se lo contó a sus afectos más cercanos. 

─ Mi hermana me decía que era bueno que esto se supiera, pero yo soy reservado y me daba un poco de vergüenza ─ sostiene. El caso es que alguien le contó a alguien y ahora la historia está aquí.

Vive en el centro de la ciudad de Rivadavia con su madre y no tiene hijos. El día del encuentro con Mateo había ido a hacer ejercicios físicos al parque de Rivadavia.

Trabajó en un negocio familiar y se decidió a estudiar enfermería hace poco, quizás motivado por el trabajo que realizaron los profesionales de la salud durante la pandemia.

Estos episodios suelen ser frecuentes; por lo tanto Jonatan sostiene que sería importante que todos tuvieran algún conocimiento básico para actuar en estas emergencias.

─Cuando alguien se atraganta, instintivamente las personas tienden a golpearle la espalda y esto agrava la situación, porque el objeto que está impidiendo respirar baja aún más en lugar de ser expulsado─explica.

─Si no tose, si no lo expulsa por sí solo, hay que realizar la maniobra de Heimlich ─, sostiene.

También recomienda, en el caso de los niños, tener precaución con los juguetes que se les dan.

─ Hay algunos, como en el caso de Mateo, que se desarman y se desprenden piezas pequeñas que los niños pueden tragar.

Además, Jonatan acotó que le gustaría encontrarse con Mateo. "Sería lindo ver cómo está" dice como despedida.

Fuente: Diario Mendoza. 

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