Jorge Luis Arturia, es un reconocido chofer de colectivos de la zona Este. Este sábado 1 de julio realizó su último viaje, tras dedicarse hace más de 25 años al servicio de la gente y emociona a todos los usuarios del colectivo “La Dormida”.

El chofer es más conocido como “Cochinilla” un famoso apodo puesto entre los compañeros del trabajo.

Jorge, habló con Diario Diez y compartió en la siguiente nota lo conmovido que se encuentra en estas últimas horas como chofer de colectivo.

Gentileza: Usuaria de Facebook - R.O.

“Tengo una felicidad muy grande, pero también tristeza, porque voy a extrañar los viajes y la compañía de la gente que prácticamente es mí familia”  fueron las primeras palabras de Jorge, quien se dedica hace más de 32 años al servicio del transporte público y 25 realizando recorridos de San Martín a La Dormida.

Los mejores recuerdos que se lleva Jorge de la “familia” de pasajeros.

“Los pasajeros de las zonas rurales son muy accesibles, buena gente, tienen un corazón muy puro, alma limpia, personas sanas sin maldad, es por eso que yo digo que prácticamente son mí familia. Los voy a extrañar a cada uno” expresa.

Con añoranza y voz congoja Jorge detalla, “Los recorridos, siempre fueron únicos, siempre intenté sacarles una sonrisa a todos, por más problemas que tuviera, hacia chistes, intentaba levantarle el ánimo, me llevo cada anécdota y charlas que teníamos arriba del micro. Para mí ellos son una parte de mí vida” emocionado comentó.

“Cosecharás lo que siembras”

“Nunca, me imaginé que esto tan lindo me iba a pasar, el momento en que llegará el día de despedirme de la unidad de colectivos y que mucha gente me salude y exprese tantas palabras de agradecimiento”, asombrado y con lágrimas en sus ojos, señaló.

Muchos pasajeros se acercaron a saludarlo y contaron sus experiencias con Jorge; desde una bisabuela hasta adolescentes hicieron referencia “al mejor chofer de La Dormida”,  así se expresan por redes sociales.

¿Por qué los pasajeros lo quieren tanto a Jorge? Lo cierto, es que más allá de su buen humor a diario, también en las épocas donde no había internet inmediato, Jorge hacía favores como acercar remedios, intentar llegar a horario para que los alumnos arribaran bien a casa y a la escuela, como tantas historias más de actos solidarios y de humor; es así que colectivero se ganó el cariño de su gente.  

“La frase de, cosecharas lo que siembras, se está haciendo realidad en mí y no me alcanzan las palabras para agradecerle a la gente, el saludo, que para algunos es insignificante, para mí es mucho”. Expresa Arturia.

El sacrificio de un chofer de colectivos. 

 “Hay recorridos que arrancan desde las 5 de la mañana, pero son rotativos y pueden tocar mañana, tarde o noche y es por eso que agradezco a mí familia por siempre acompañarme y aguantar todas las veces que debía quedarme en Santa Rosa, para poder salir a trabajar desde las 4.30”

¿Continuará el legado en la familia?

-Tengo seis hijos y gracias a Dios uno se dedica a ser chofer de colectivos y para mí es un orgullo, que continúe con este legado.

Por último, Jorge Arturia deja unas palabras para sus compañeros de trabajo “Me llevo un grato recuerdo de mis colegas, muy buenos y excelentes compañeros, algunos ya no están y los recuerdo; así también a los jefes, ¡gracias a todos!

Para los pasajeros: “¡Infinitas gracias! me retiro emocionado, gracias por compartir esta etapa de mí vida en la cual hoy se termina para empezar una nueva, que Dios los bendiga a todos” concluye.