La Justicia provincial está investigando la reciente muerte de Andrea Macarena Valdiviezo, una mujer de 30 años, en un caso que ha conmocionado a la comunidad y que pone de manifiesto la gravedad de la violencia de género. La víctima, que quedó parapléjica a raíz de presuntas agresiones por parte de su pareja, falleció hace poco más de un mes, y su pareja, Jonatan Javier Altamirano, de 35 años y chofer de profesión, se encuentra detenido e imputado en relación con el caso.

Según las investigaciones, las presuntas agresiones ocurrieron durante fines de 2023 y comienzos de 2024. La Fiscalía sostiene que en diciembre de 2023, en un supermercado local, Altamirano habría golpeado a Valdiviezo durante una discusión. Este presunto patrón de violencia continuó a principios de febrero, cuando la víctima fue supuestamente agredida nuevamente en su domicilio luego de recriminar a su pareja por cuestiones económicas.

El incidente más grave ocurrió a mediados de febrero, cuando Valdiviezo fue supuestamente golpeada por Altamirano, lo que desencadenó en un deterioro de su salud que la llevó a quedar parapléjica y posteriormente a su fallecimiento. El agresor habría vuelto a confrontar a Valdiviezo incluso mientras estaba internada en el hospital, intentando sustraer su teléfono celular, lo que fue evitado por la intervención de la hermana de la víctima.

El fiscal de Homicidios Carlos Torres ordenó la detención e imputación de Altamirano el 11 de marzo, acusándolo de amenazas, lesiones leves y lesiones gravísimas agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género. Sin embargo, el caso se ha complicado debido a que la víctima negó haber sido golpeada por su pareja en su declaración judicial, aunque falleció poco después. La falta de incorporación de la necropsia y la historia clínica completa al expediente ha impedido hasta el momento una conclusión definitiva sobre si las supuestas agresiones causaron la paraplejia y la muerte de Valdiviezo.

Las partes involucradas han solicitado posponer la audiencia de prisión preventiva a la espera de más pruebas, incluyendo la declaración en cámara Gesell de la hija de la pareja, quien habría presenciado las agresiones, y la extracción de datos del celular de la víctima, que podría contener información relevante sobre su situación y las presuntas agresiones sufridas.

La jueza María Cristina Pietrasanta ha aceptado la solicitud y ha ordenado un cuarto intermedio para determinar si Altamirano continuará detenido mientras avanza la investigación. El caso sigue siendo objeto de atención y preocupación en la comunidad, destacando la importancia de abordar y prevenir la violencia de género en todas sus formas.