Como se había anticipado, diciembre comenzó con un incremento en los precios de los combustibles, afectando a todos los productos. La nafta súper, la de mayor consumo, registró una suba del 2,40%, alcanzando los $1.107 en estaciones YPF. Este aumento se replicaría en otras marcas.

El precio de Infinia, la nafta premium, se elevó un 2,34%, llegando a $1.352. Por su parte, el diésel común subió un 2,35% (equivalente a $27 más por litro), fijándose en $1.172, mientras que el diésel Infinia alcanzó los $1.368.

Impacto inflacionario y caída en las ventas

El aumento de los combustibles no solo afecta directamente a los consumidores, sino que también ejerce presión sobre la inflación, que tiende a intensificarse en diciembre. Este fenómeno se da en un contexto económico complejo, donde el presidente electo Javier Milei se ha propuesto reducir el índice inflacionario a niveles del 1%.

Sin embargo, la venta de combustibles sigue mostrando señales de debilidad. Según datos recientes:

El despacho de gasoil cayó un 5,7% en octubre respecto al mismo mes del año anterior, aunque creció un 9,4% frente a septiembre.

En el caso de las naftas, la caída interanual fue del 4,5%, pero experimentó un repunte mensual del 11,8%.

Más aumentos a la vista

El alza en los combustibles no viene sola. Se espera que otros servicios regulados, como la energía, también ajusten sus tarifas en las próximas semanas, lo que podría generar un efecto en cadena en los precios de bienes y servicios.

Este panorama refuerza la preocupación sobre el impacto del ajuste en los bolsillos de los argentinos y en una economía que aún lucha por salir de la recesión.