El dramático rescate quedó registrado en las testimoniales de los testigos y en la intervención inmediata de los bomberos que actuaron con rapidez.

El incidente ocurrió cerca de las 13:00 horas, cuando la abuela de la menor, en estado de desesperación, salió a la calle con su nieta en brazos tras darse cuenta de que la niña había dejado de respirar tras un atragantamiento. La situación empeoró cuando la pequeña sufrió una convulsión y perdió los signos vitales.

Afortunadamente, un bombero que se encontraba cerca de la zona, de manera fortuita, vio la angustia de la mujer y no dudó en intervenir. Héctor, el bombero que pasaba por allí, decidió subir a la niña a su vehículo y dirigirse rápidamente hacia el cuartel de bomberos, que estaba a pocos metros.

Ya en el cuartel, otros dos bomberos se unieron al rescate, aplicando maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y la maniobra de Heimlich, técnica especializada para casos de asfixia y atragantamiento. Tras unos minutos de maniobras, los bomberos lograron recuperar los signos vitales de la niña, quien finalmente se estabilizó.

"La bebé estaba descompensada. Se había atorado con flema. Según relató su abuela, que llegó gritando al cuartel, la niña había tenido una convulsión antes de perder la respiración. Rápidamente, le aplicamos las maniobras necesarias y pudimos recuperarla", explicó Héctor a Infobae.

Este acto heroico destaca la valentía y rapidez de los bomberos voluntarios, que siempre están dispuestos a arriesgar su vida por salvar a otros. La intervención oportuna y efectiva de los bomberos fue clave para evitar una tragedia y devolverle la vida a la pequeña.