Para ellos, se trata de una pasión que no cuenta con impedimentos y lleva el estandarte del amor al folklore. De esta manera lo viven dos mendocinos oriundos de Rivadavia que decidieron cantarle a Santa Rosa mediante la composición de una cueca, que es sin dudas, una de las más difundida de las danzas populares y la más característica de las formas musicales del acerbo cultural. 

El folclore, una pasión de multitudes que trasciende fronteras

Maxi Molina y Miguel Aballay, decidieron darle vida a esas musas inspiradoras para brindarle a Santa Rosa, mediante letras y melodías, un mensaje sobre su esencia y belleza natural que hacen al departamento un lugar único y especial.

Miguel Aballay, Director de FM 93.9 Crecer, fue el encargado de escribir la cueca, "Santa Rosa, para mí, es un lugar de paso y cada vez que viajo por algún motivo, contemplo las bellezas que tiene naturales, observo a la gente y veo muchas veces cómo productores y artesanos, venden sus productos a la orilla de la calle. Además, tengo gente conocida que quiero y admiro mucho", dice.

"Entre cuecas y Damascos"

El folclore, siempre trasciende generaciones y está vigente entre quienes son parte de esta cultura, en sus creencias, en sus prácticas. El baile que engalana el alma. El asado. La vestimenta gaucha y el mate que está presente en cada rincón.

Aballay, explica que, "Hablar de los damascos, es como decir que vas a Malargüe por los chivos y en Santa Rosa, sucede algo similar. Santa Rosa significa para mí, un pueblo laburante, de vecinos muy trabajadores. Me encantan sus paisajes. Esta cueca hace referencia a Dolores Coria, quien tiene una historia muy particular y fue la musa inspiradora de su papá que hizo la tonada "La Calandria Prisionera" muy conocida en el ámbito cuyano a nivel provincial" expresó Miguel. "Dios sabe porque lo hice, Él me inspiró para escribir esas musas".

Mientras tanto, el talentoso y gran artista, Maxi Molina le dio vida a la cueca, él, es hijo de José Molina o como se lo conoce en el mundo del folklore, El Viñatero Cantor, un músico mendocino de renombre y de una basta experiencia nacional e internacional. 

Lo cierto es que Maxi, quien es dueño de una voz privilegida, otorgó melodías a las musas escritas por Miguel. 

"A mí se me hace muy fácil cuando las letras dicen mucho. La letra de esta cueca sumada a la idea que tenía Miguel, tiene todo y hay una parte muy afectiva donde habla de las fiestas, como cuna de buenos amigos. Entonces cada vez que tenemos la oportunidad volvemos a cantar, porque Santa Rosa tiene buenos amigos". 

"Espero que cada vecino disfrute de ésta cueca y que los bailarines encuentren en ella una verdadera inspiración" finalizó. 

Entre cuecas y damascos