Santa Rosa fue escenario de aprendizaje para estudiantes de Malargüe
Durante tres días repletos de actividades en la Reserva de Biósfera Ñacuñán, estudiantes de la Tecnicatura en Conservación de la Naturaleza, sede Malargüe, tuvieron la oportunidad de sumergirse en el vasto mundo de la conservación ambiental.
Los jóvenes fueron recibidos por los Guardaparques, quienes se sintieron honrados de poder contribuir al proceso formativo de los futuros técnicos y colegas.
La visita de los estudiantes, provenientes de la sede Malargüe, fue una oportunidad para que estos jóvenes apasionados por la naturaleza aprendieran de primera mano sobre las labores y desafíos que enfrentan los guardaparques en su lucha por preservar la biodiversidad y el medio ambiente.
Durante su estadía en la Reserva, los estudiantes participaron en una amplia variedad de actividades destinadas a enriquecer su conocimiento y experiencia.
Entre ellas, se destacan talleres de primeros auxilios realizados en la Escuela Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, actividades lúdicas de educación ambiental, charlas informativas sobre las investigaciones en curso en la reserva y prácticas de control y vigilancia.
Uno de los aspectos más destacados de la visita fue la introducción al manejo del fuego, una habilidad esencial para garantizar la conservación y el equilibrio ecológico en áreas naturales protegidas como la Reserva de Biósfera Ñacuñán.
Los estudiantes tuvieron la oportunidad de aprender sobre las técnicas utilizadas en la prevención y el control de incendios forestales, una labor crucial para preservar los ecosistemas y la vida silvestre.
Para los Guardaparques, la presencia de los estudiantes de conservación de la naturaleza fue un verdadero honor. Poder compartir su conocimiento y experiencia con los futuros técnicos en conservación de la naturaleza representa un paso importante en la formación de una nueva generación de profesionales comprometidos con la protección y preservación del entorno natural.