El Banco Central decidió bajar la tasa de interés para los depósitos en plazos fijos en pesos de 133% a 110% para colocaciones a 30 días en un “contexto de un excedente significativo de liquidez y de elevada inflación“, informó la autoridad monetaria a través de un comunicado oficial publicado en la tarde de este lunes.

Los plazos fijos, la alternativa de ahorro personal más tradicional, ya había dejado de ser rentable, primero, porque quedaron por debajo de la inflación y, posteriormente, porque fueron sacudidos por la devaluación de la semana pasada.

Para compensar, la entidad explicó por otra parte que “considera que resulta necesario que el sistema bancario continúe ofreciendo al público depósitos a plazo fijo ajustables por UVA“. Pero, para otorgarle previsibilidad a la disponibilidad de los recursos, decidió eliminar la tasa mínima de precancelación de estos últimos. 

El BCRA indicó que estas nuevas medidas tienen el propósito “de clarificar y simplificar la señal de tasa de política monetaria”.

La baja de 23 puntos en los plazos fijos está relacionada, a su vez, al fin de las Leliq.

Precisamente, con el fin de racionalizar su esquema de gestión de liquidez, el Directorio decidió dejar de realizar licitaciones de Leliq a futuro, pasando a ser las operaciones de pases pasivos su principal instrumento de absorción de excedentes monetarios. 

Al centralizar sus operaciones en un solo instrumento, y al ser su tasa de política la única tasa de interés de referencia, se busca hacer más clara la señal de política monetaria y fortalecer su transmisión al resto de las tasas de interés de la economía, explicaron desde la entidad presidida por Santiago Bausili.

En cuanto a las operaciones de inyección de liquidez, el BCRA seguirá ejerciendo la posibilidad de realizar pases activos y ofrecer puts sobre instrumentos del Tesoro que el BCRA considere adecuados. El Directorio dispuso, a través de la Comunicación A 7921, que aquellos títulos susceptibles de ser vendidos al BCRA por el mecanismo de put no computarán a efectos del límite de fraccionamiento crediticio al sector público.