En un operativo digno de una película, una mujer de 31 años fue detenida en flagrancia en un supermercado de Junín, donde junto a una cómplice había sido identificada por múltiples robos de mercadería. La captura se produjo luego de que empleados del establecimiento alertaran a la Policía al verlas ingresar. A pesar de intentar escapar, una de las ladronas fue interceptada en el lugar, mientras que su cómplice logró huir en un auto.

El fiscal Correccional de San Martín, Tabaré Ezcurra, reveló que las mecheras habían perpetrado una serie de robos en sucursales del Átomo en Junín, Rivadavia y San Martín. Se estima que en un solo día, las ladronas sustrajeron mercadería por un valor que supera los $3.000.000.

El modus operandi de la banda consistía en esconder los productos entre sus prendas. La detenida, en particular, llevaba una faja reductora donde ocultaba los artículos, en su mayoría de marcas reconocidas y elevado valor.

El sábado 6 de abril, las ladronas llevaron a cabo una serie de robos coordinados en diversas sucursales del Átomo. En una de las incursiones, sustrajeron productos valuados en $940.000 en el local de Rivadavia, mientras que en otro establecimiento de la misma localidad se hicieron con mercancía por un valor de $350.000. Posteriormente, se dirigieron a Junín, donde continuaron su raid delictivo, perpetrando robos por un total de $770.000 y $220.000, respectivamente. La jornada culminó en San Martín, donde lograron apoderarse de productos valuados en $570.000 y $270.000.

La detenida, quien cuenta con un extenso historial delictivo, fue imputada por los hurtos y puesta a disposición judicial. Este arresto pone fin a la actividad delictiva de una banda que había sembrado el terror en los supermercados de la zona Este, acumulando un botín que supera los $3.100.000.

Los comerciantes de la región respiran aliviados tras la captura de estas mecheras que, con su astucia y audacia, lograron burlar la seguridad de los establecimientos durante semanas.