El Banco Central de la Republica Argentina dispuso condiciones más claras para avanzar en lo que llaman "Interoperabilidad full", en las que todas las billeteras digitales registradas, ya sean bancarias o de proveedores de servicios de pago, que permitan abonar compras con tarjetas de crédito y/o prepagas a través de códigos QR, deberán ser interoperables.

Esta medida, anunciada a través de la Comunicación A 8032, 'implica un paso decisivo hacia la interoperabilidad total en los medios de pago', según destacó la entidad bancaria. 

La decisión venía siendo resistida por el principal operador, Mercado Pago, que no quería abrir totalmente su QR al resto de las billeteras. Eso hizo que se postergara varias veces la interoperabilidad completa. 

Pero, esta semana, finalmente el BCRA confirmó que a fines de julio vence el plazo para la entrada en vigencia del QR interoperable para los pagos con tarjeta desde las billeteras virtuales, tal como sucede actualmente mediante las transferencias.

COMISIONES
En la comunicación, el Central fijó  la comisión máxima de 0,07 por ciento por operación que una billetera virtual, como Mercado Pago, puede cobrarle a un banco emisor por "intermediar" en un pago con tarjeta de crédito. Había trascendido que la fintech quería cobrarles 30.000 dólares al mes. Es decir, que si una billetera lee el pago originado con una tarjeta de crédito emitida por otra entidad puede cobrarle a ese banco esa comisión que equivale a 7 centavos cada 10.000 pesos cobrados.

PREPAGAS
El BCRA también decidió sumar al QR interoperable los pagos que se hacen con tarjetas prepagas, como las que emiten fintech como Ualá, Prex y Lemon, entre otras.

El Central les dio un plazo de dos meses (60 días) a los jugadores para integrar sus soluciones bajo estas nuevas reglas y de nueve meses a las tarjetas prepagas para poder sumarse a la "interoperabilidad full".

SEGURIDAD
La norma del Central deja por escrito los puntos de acuerdo que se habían alcanzado entre bancos y billeteras en privado, respecto a la seguridad de las transacciones hechas con tarjetas de crédito. En concreto, lo que apunta el Central son los mecanismos que tienen que tomar en cuenta billeteras digitales, tarjetas de crédito y procesadores de pago, para prevenir cualquier situación de fraude a la hora de pagar. La regulación también establece quién debe hacerse responsable si ese fraude llegase a ocurrir.