El mejor alfajor del mundo es argentino y no tiene dulce de leche
Este domingo se realizó por tercer año consecutivo una nueva edición del Campeonato Mundial del Alfajor, que elige a los mejores de toda la región. En esta edición se consagró como Mejor Alfajor del Mundo un producto elaborado en la localidad bonaerense de Monte Grande.
El ganador de este año es de la marca Sr. Alfajor, que también se llevó otros dos reconocimientos: la medalla de plata en la categoría “Fruta” por su alfajor de chocolate blanco, frambuesas liofilizadas, ganache de limón y volcán de frambuesa; y el oro en “Galleta” por el alfajor con cobertura de chocolate con leche, relleno de dulce de leche y Royer.
El evento que se llevó a cabo del 16 al 18 de agosto en el pabellón Emilio Solanet de la Sociedad Rural en la ciudad de Buenos Aires la cual reunió a más de 180 marcas de la Argentina y de otros países de la región, como Uruguay, Chile, Perú, Paraguay y México.
Un panel compuesto por más de 20 expertos, entre los que se cuentan ingenieros en alimentos, chefs de renombre, maestros pasteleros y especialistas en análisis sensorial, tuvo la responsabilidad de degustar y calificar más de 400 muestras de alfajores. Este exigente jurado otorgó medallas de oro, plata y bronce en 19 categorías distintas, tras un meticuloso análisis sensorial basado en más de 35 puntos de control.
En la edición 2024, el título del Mejor Alfajor del Mundo fue para una receta argentina, la de “Sr Alfajor”, un alfajor, con cobertura de chocolate negro al 70%, frambuesas liofilizadas, ganache semi amargo, merengue y un volcán de frambuesa, se destacó en una elección que subrayó la capacidad de los productores argentinos para innovar y destacar en un mercado competitivo y exigente.
La competencia no se limitó a premiar al mejor alfajor del mundo, sino que también fue una vitrina de la diversidad y riqueza de la producción de alfajores en la región. Desde grandes manufactureras hasta pequeños emprendedores, cada uno de los participantes contribuyó con su propia visión y sabor para representar la cultura y tradición de sus provincias y países. Esta diversidad aseguró una rica paleta de sabores y texturas, que reflejan la evolución de un producto tan emblemático.