Preocupación en Mendoza por los recortes al INTA: peligran más de 400 puestos de trabajo
La directora del INTA Mendoza, Analía Díaz Bruno, manifestó su profunda preocupación ante la reestructuración impulsada por el Gobierno nacional que podría afectar a más de 400 trabajadores y debilitar la presencia territorial del organismo en la provincia.


El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) cuenta en Mendoza con 20 agencias de extensión y cuatro estaciones experimentales que funcionan como un nexo fundamental entre la investigación científica y los productores rurales. Díaz Bruno explicó que estas oficinas permiten “estar cerca del sector rural para entender mejor sus necesidades y brindar soluciones técnicas concretas”.
Según la directora, los recortes previstos no solo pondrían en riesgo los empleos, sino que también limitarían la capacidad del instituto para realizar sus tareas de extensión y asistencia, lo que impactaría negativamente en el desarrollo agropecuario local.
Entre los ejemplos concretos del aporte del INTA en Mendoza, Díaz Bruno destacó la mejora genética de cultivos tradicionales como zapallo, tomate, cebolla, ajo y pimiento. “El 90% del zapallo que se consume en sopas y caldos deshidratados tiene genética desarrollada por el INTA, y el rendimiento del tomate para industria se duplicó en las últimas dos décadas gracias a nuestra investigación”, explicó.
Asimismo, resaltó el rol del INTA en el desarrollo vitivinícola, especialmente en la mejora genética del Malbec, varietal emblemático de Mendoza. “El rescate y estudio del germoplasma permitió obtener uvas con mejores características y mayor competitividad para los productores”, señaló.
Ante el temor por el futuro del organismo, esta semana se llevó a cabo un abrazo simbólico en la sede del INTA en Luján de Cuyo, en una muestra de apoyo del personal técnico, científico y administrativo que apuesta a la continuidad de la institución.
Díaz Bruno hizo un llamado a las autoridades nacionales para que reconsideren los recortes y valoren el impacto que estos tendrían en la agricultura provincial y en la soberanía tecnológica de Mendoza.

