Crisis comercial en San Martín: por cada nuevo comercio, quince bajan sus persianas

Departamentales15 de julio de 2025 Por Diario Diez
La caída del consumo y el avance del comercio online profundizan una realidad preocupante en el corazón del Este mendocino.

La ciudad cabecera del departamento de San Martín enfrenta una situación comercial alarmante: por cada comercio que abre, quince cierran definitivamente. Así lo confirmó el secretario de Gobierno municipal, Mauricio Petri, en el marco del 75° aniversario de la Cámara de Comercio local.

El dato no hace más que reflejar lo que se vive a diario en las principales arterias comerciales de la ciudad: locales vacíos, carteles de “Se alquila” y un recambio constante de negocios que muchas veces no logran superar los primeros meses. “La estacionalidad influye, pero también hay una transformación profunda del consumo. Hoy, el comercio online tiene un peso determinante”, sostuvo Mario Doña, presidente de la Cámara.

El avance del e-commerce La comodidad y rapidez que ofrecen plataformas como Mercado Libre ha impactado directamente en la rentabilidad del comercio tradicional. “Hay mucha gente que prefiere comprar desde su casa. El negocio tradicional está dejando de ser rentable”, agregó Doña.

Una caída del 38% en las ventas Según cifras del sector, el consumo interanual ha disminuido un 28% a nivel país, y el efecto del comercio electrónico representa una caída adicional del 10%. En total, un comercio promedio de San Martín vende hoy un 38% menos que hace un año.

El profesor y concejal opositor Alejandro Ravazzani señaló que la recesión actual “es consecuencia de políticas nacionales que buscan bajar la inflación y disciplinar la mano de obra mediante el aumento del desempleo”. Y sumó un dato inquietante: Mendoza representa apenas el 1,5% del mercado de ventas online en el país, lo que refleja una falta de adaptación tecnológica.

Alquileres, impuestos y escasa rentabilidad El combo letal para muchos comerciantes incluye alquileres elevados, costos fijos imposibles de cubrir y una presión tributaria que contrasta con la informalidad del comercio virtual. “Mientras los negocios tradicionales cumplen con sus obligaciones fiscales, en la feria digital no siempre se factura ni se controla lo que se vende”, denunció Ravazzani.

Un paisaje urbano que se transforma La postal del centro sanmartiniano lo dice todo: en calles como 25 de Mayo, 9 de Julio, Alem y Boulogne Sur Mer, los locales vacíos superan ampliamente a los ocupados. La actividad comercial, aseguran desde la Cámara, ha venido cayendo en la última década, pero la pendiente se ha hecho mucho más empinada en los últimos doce meses.

Mientras algunos resisten y otros se reinventan, el desafío para el comercio local parece ser doble: sobrevivir a la recesión y adaptarse, de una vez por todas, al nuevo paradigma digital.

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