Una historia de amor que trasciende el tiempo: Julian y Chabela celebran 70 años de matrimonio en Santa Rosa
Julian Muñoz de 93 años y su adorada esposa Isabel Lucero de 85 años, más conocida como "Chabela", conmemoraron su septuagésimo aniversario de bodas en la Villa Cabecera del departamento de Santa Rosa.
La historia de amor de Julian y Chabela es un testimonio vivo del poder del compromiso, la lealtad y el amor inquebrantable.
Desde su unión en 1954, han sido pilares de fuerza y cariño para su familia, compuesta por cuatro hijos, nietos y bisnietos, quienes han sido testigos de su amor generoso.
Chabela, cariñosamente conocida como "la Enfermera del pueblo", dedicó su vida a cuidar a los demás, una vocación que la convirtió en una referente importante en el ámbito de la salud en el departamento.
Mientras tanto, Julian sirvió con orgullo en el Área de Mayordomía del municipio de Santa Rosa, demostrando su compromiso con el servicio público y con su trabajo.
El destino los unió cuando Chabela, a la edad de 14 años, conoció a Julian, entonces de 21 años, durante un viaje que él realizó a San Luis. Fue un encuentro mágico, un amor que creció con el paso de los años y que se fortaleció con cada desafío superado juntos.
Juntos, criaron a sus hijos con amor, sembrando las semillas de un legado que perdurará por generaciones.
"Yo le pido a mi Dios que me lleve a mi primero porque no sé qué haría sin ella", confiesa Julian con emoción. "Discutimos lo que sea, pero siempre estamos juntos".
Chabela, con los ojos brillantes y con lágrimas de emoción, agrega: "Es mi compañero de vida y espero que Dios nos permita seguir cuidándonos mutuamente, protegiéndonos el uno al otro y amando a nuestros hijos, nietos y bisnietos".
La celebración de su amor culminó este domingo con una emotiva ceremonia en la Parroquia Santa Rosa de Lima, donde recibieron la bendición del Padre Marcelo Castro.
Familiares, amigos y miembros de la comunidad se acercaron para abrazarlos y festejar este hecho tan importante para el departamento.
En medio de risas, lágrimas y abrazos compartidos, Julian y Chabela renovaron sus votos de amor eterno, recordándonos a todos que el verdadero amor es una fuerza que trasciende generaciones y que sigue siendo la columna vertebral de nuestras vidas.