La zona Este de Mendoza se ha convertido en una de las áreas más conflictivas de la provincia. Algunos vecinos  viven con miedo constante. Salir a la calle, ir al trabajo o volver a casa se han convertido en actividades de riesgo. El miedo a ser víctima de un delito es omnipresente.

Las causas de la inseguridad son complejas y multifacéticas. La pobreza, la desigualdad, el narcotráfico y la falta de políticas públicas efectivas son algunos de los factores que contribuyen a este problema.

¿Es posible vivir sin miedo?

La respuesta es compleja. Hay quienes han optado por modificar sus hábitos de vida para reducir el riesgo de ser víctimas de un delito. Evitan salir de noche, no llevan objetos de valor y toman medidas de seguridad adicionales en sus hogares.

Sin embargo, estas medidas no son suficientes. Se necesita un mayor compromiso por parte del gobierno, las fuerzas de seguridad y la sociedad civil para lograr una zona más segura.

Es necesario implementar políticas públicas que aborden las causas de la inseguridad. Se debe invertir en educación, salud y trabajo para reducir la pobreza y la desigualdad. También se debe fortalecer la policía y mejorar la coordinación entre las diferentes fuerzas de seguridad.

La sociedad civil también tiene un papel importante que jugar. Es necesario denunciar los delitos, participar en programas de prevención y colaborar con la policía.

Solo con un esfuerzo conjunto será posible lograr una zona más segura, donde los vecinos puedan vivir sin miedo.

A continuación, te presento algunos ejemplos de cómo se vive en la zona.
- Los vecinos han organizado grupos de WhatsApp para alertarse sobre hechos de inseguridad.
- Algunos comercios han instalado cámaras de seguridad para disuadir a los delincuentes.
- Las escuelas han implementado programas de prevención del delito para los niños.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la comunidad está tratando de hacer frente a la inseguridad. Sin embargo, se necesita un mayor esfuerzo por parte de todos para lograr un cambio real.

La pregunta de si es posible vivir sin miedo en la zona Este aún no tiene una respuesta definitiva. Sin embargo, hay esperanza. Con un mayor compromiso por parte de todos, es posible lograr una zona más segura y habitable.