Durante los festejos de Año Nuevo, 10 personas resultaron heridas de manera leve por el uso de pirotecnia, un problema que sigue marcando las celebraciones a pesar de la prohibición vigente desde 2020 en la provincia. Esta cifra refleja una tendencia preocupante que ya había comenzado en Nochebuena, consolidando un incremento constante en los últimos años.

En 2023, las celebraciones navideñas y de fin de año dejaron un saldo de 7 lesionados por pirotecnia. En 2022, esa cifra aumentó a 9, y en 2021, se registraron 12 casos. Aunque el número de afectados de este año se mantiene por debajo del pico de años anteriores, evidencia que las restricciones no han logrado erradicar el uso indebido de fuegos artificiales.

El uso de pirotecnia no solo representa un peligro para quienes la manipulan, sino que también genera riesgos para terceros, además de impactos negativos en el ambiente y en personas con sensibilidad auditiva, como niños con autismo, y en animales.

Autoridades provinciales y organizaciones civiles han intensificado campañas de concientización para desalentar el uso de fuegos artificiales y promover celebraciones más seguras e inclusivas. Sin embargo, los incidentes registrados en Año Nuevo evidencian la necesidad de fortalecer los controles y las medidas educativas para evitar que estas situaciones sigan ocurriendo.